Hay veces que no sé si es que no tengo nada que decir o si me quedo sin palabras. Sé que me repito, que no es más que un día tras otro, siempre igual, trabajo, casa, alguna sorpresa, no siempre agradable, pero al fin y al cabo siempre se dice que son las pequeñas cosas las que hacen que la vida valga la pena... pero qué pasa si esas pequeñas cosas no están, si a lo mejor se han ido, o se las han llevado, o se han perdido en una mudanza, olvidadas en el fondo de una maleta; si lo que te llama es algo grande, si crees que necesitas gritar hasta quedarte sin voz y sin conciencia, olvidarte de todo, escapar del ritmo frenético de la ciudad, de las obligaciones, de tener que tragar porque al final todo está mal, porque lo contrario sería egoísta, y si nada más puede relajarte y sonreir no es una opción, es una imposición.
Parecía que todo sería más fácil, que era nuevo a estrenar, que yo también podía... pero un día te das cuenta de que no, de que algo falló, incluso acepto mi parte de culpa...
http://www.youtube.com/watch?v=-f3z7UKgjls
domingo, 4 de diciembre de 2011
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1 comentario:
A mi tambien me ha encantado su entrada y el video, gracias por el aporte.
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