domingo, 20 de abril de 2008

As de corazones

Puede ser el destino, o la(mala) suerte. O puede ser que yo lo sabía y he buscado el encuentro. O puede que sea porque este pueblo es demasiado pequeño, o mejor dicho, esta isla. No sé si es una ventaja que yo ya me lo imaginara, pero aún así no deja de ser una sorpresa.

Y... bien, todo bien.

Pero... qué nervios, qué... qué todo. No sé si a partir de ahora empezamos a jugar, o vamos a romper la baraja. Nunca se sabe. Cara de póker y a esperar.

Lo demás, como siempre, está por ver...

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