domingo, 25 de diciembre de 2011

Noche en blanco

Ha sido una nochebuena rara. Mucho. Nos hemos juntado en una casa, cada uno de su padre y de su madre, y a vivir, que son dos días.
El metro me ha cerrado la puerta, en la puñetera cara, y yo he visto la luz, he vuelto a ver amanecer, que hacía mucho que no estaba así, tranquila, relajada... hasta me he quedado dormida y todo un ratito, un momento de absoluta desconexión...
A lo mejor es raro, todo eso de la Navidad que dicen que hay por ahí... a mi no me gustan los convencionalismos, y no sé tampoco porque parece que haya que dar explicaciones. Hoy veía unas turistas japonesas en el metro a las 10 de la mañana, el barrendero en la plaza, gente que saca al perro, y bueno es Navidad pero no se para el mundo, ayer tocaba cena, hoy algo de irse por ahi a comerse un helado o ver una peli... yo creo que me voy a quedar en casita, tranquila, con mi chocolate caliente y unas palomitas... Mañana me toca volver al tajo, aunque me voy con una selección musical que espero por favor que sirva para algo...
Bueno, son las 12 de la mañana.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Una décima de segundo

Hay veces que no sé si es que no tengo nada que decir o si me quedo sin palabras. Sé que me repito, que no es más que un día tras otro, siempre igual, trabajo, casa, alguna sorpresa, no siempre agradable, pero al fin y al cabo siempre se dice que son las pequeñas cosas las que hacen que la vida valga la pena... pero qué pasa si esas pequeñas cosas no están, si a lo mejor se han ido, o se las han llevado, o se han perdido en una mudanza, olvidadas en el fondo de una maleta; si lo que te llama es algo grande, si crees que necesitas gritar hasta quedarte sin voz y sin conciencia, olvidarte de todo, escapar del ritmo frenético de la ciudad, de las obligaciones, de tener que tragar porque al final todo está mal, porque lo contrario sería egoísta, y si nada más puede relajarte y sonreir no es una opción, es una imposición.
Parecía que todo sería más fácil, que era nuevo a estrenar, que yo también podía... pero un día te das cuenta de que no, de que algo falló, incluso acepto mi parte de culpa...

http://www.youtube.com/watch?v=-f3z7UKgjls

domingo, 10 de julio de 2011

Motorway

Y en algún momento debe haber un punto en el que los caminos se crucen y se unan y no se vuelvan a separar, y no hayan más lágrimas, ni temores, solo risas y confianza. La cuestión es si sólo eliges mal, te arrastran, o si caes ahí porque sí, sin más… Continuar siempre rodando, siempre en la carretera, cambios de sentido, intersecciones, y nunca ver el final, y siempre solo, con tu equipaje, con tus recuerdos, con el dolor a veces punzante de lo que dejas atrás y con muchas esperanzas.

Ahora que pensaba que había un principio, puede ser que solo sea otro final que ni siquiera es un final, es algo que pasó, que se quedará ahí, olvidado, y que al tiempo encuentras medio enterrado y cubierto de polvo en algún rincón, sin saber cómo ni porqué ha llegado hasta ahí.

Quizá es solo que has llegado en un mal momento, porque parecía un día soleado y claro, una mañana de primavera brillante que termina en una tarde nublada y oscura, un torbellino de aire y olor a tormenta, en lluvia que se vacía como millones de lágrimas al otro lado del cristal, hasta borrar cualquier rastro de lo que iba a ser, cualquier lejano parecido con el momento en que abres los ojos y respiras segura, tranquila, sin llegar a imaginar lo que viene después.

Mientras tanto, pisas el acelerador, enciendes la radio, otro cigarro más, y esperas que pase el tiempo. Lo que haya que encontrar estará más adelante.

viernes, 24 de junio de 2011

Noche después de San Juan

No sé porqué, no sé, no sé… si por mucho que aprete mi amor nunca puede caber en un sobre… y tu lo sabes…

Y ahora llega el verano, y el calor agobiante, y las mañanitas frescas… y también llegan muchas cosas nuevas, y las que han llegado, que no sé muy bien si están aquí o si sólo las veo yo, y la verdad, es todo un poco confuso, porque no sé lo que está pasando… en fin, se supone que todo irá pasando, como tenga que pasar, y será lo que tenga que ser, y todo eso.

Hay momentos en los que nos refugiamos en el pasado, y no nos deja tirar para adelante. La incertidumbre, el miedo… todo eso que nos frena a la hora de tomar decisiones, de ver con optimismo el futuro, y pensar que todos los cambios sirven para mejorar, y sino para aprender de ellos. Hay que ir paso a paso, ya lo dijo el poeta, se hace el camino al andar. Puede ser que no veas el final, pero no por eso hay que echarse atrás.

Si es que yo tampoco sé lo que me digo…

miércoles, 8 de junio de 2011

On the road

Yes, baby. Agarra la maleta y tira.

Ahora voy a viajar. A saco, por trabajo. Pero bueno, estoy bien aquí en Madrid. Madrid tiene todo. Yo mientras voy a ver un poco de mundo, conocer nuevos sitios, nueva gente… estar del otro lado.

Enviaré postales.

jueves, 26 de mayo de 2011

True blood

Pasan los días, y hay mucha sangre, y mucha pasión y mucha muerte y mucha vida.

Y la vida también está ahí, al otro lado de la calle, mañana me espera un madrugón importante pero es viernes, por fin es viernes, y vamos a salir. Me da igual dónde, cómo, cuándo, con quién. Lo que importa es el QUÉ.

Porque sí, porque ya toca, porque son 2 meses de trabajo y viajes y otras cosas también, pero ahora estamos en primavera, se acerca el verano, los días en la playa, al sol, y las noches calurosas refugiada bajo un aire acondicionado con una cerveza.

Lo pienso, y como estoy ultimamente súper enganchada a la serie, y creo que tiene de todo: intriga, drogas, bares, fantasía, sexo, terror… una versión mejorada de Twin Peaks.

Pues bueno, aquí se acaba la historia por hoy.

Y para acabar, que mejor cierre que este ;)

viernes, 11 de marzo de 2011

Buenas noches, Japón

Pasan los días, lentos, uno a uno, como páginas pesadas de un libro de 200 kilos. Hay voces en la calle, Lucas que ronca, imágenes de cámara de movil que bailan en la tele, la fuerza de la tierra que se deja sentir, 30 millones de personas en medio de una catástrofe, alarma nuclear… el mundo se nos descontrola, se nos va de las manos, se propaga una onda por todo el océano pacifico, desde Canadá a Chile, barriendo la costa.

Pero yo tengo una vida normal y corriente, tranquila, mañana es sábado y trabajo, al otro es domingo y también, y al siguiente y unos cuantos más. No creo que a Madrid me llegue un tsunami.

No sé si es normal pensar en estas situaciones en qué poco importan nuestras decisiones o nuestra condición para enfrentarnos a un fenómeno como este de la naturaleza, y en qué tonterías nos metemos, poner una central nuclear ahí con lo peligroso que es eso, fisión, fusión, energía, electricidad, calefacción, internet, telefono, facturas, trabajo… Claro, esa central nuclear está ahi para abastecer de energía a un país en el que el trabajo es vital. Pero no sólo allí, aquí también tenemos lo nuestro.

En general, el mundo está montado muy raro. Yo ahora estoy escuchando jazz, Benny Goodman, Like a fish out of water. Bastante sutil, con eso de los tsunamis. En otro lado del mundo, a otra gente se le ha caido la casa abajo por un temblor de tierra, así como así, y están acampados a la espera de que pueda continuar como antes, pero tiene que ser una movida. No has hecho un cambio, se te ha impuesto, y en realidad lo unico que se pretende es volver a la normalidad. Pero es que esa normalidad es, en cierto sentido tan superficial. Y depende tanto de nosotros mismos, que de repente algo se nos escapa a nuestro control que no podemos ni imaginarlo. Por eso hay gente que hace centrales nucleares. Eso, ves tu, con las placas solares pues no pasa. Se te puede caer al centro del mundo, pero sin miedo a radiaciones y todo-eso-que-no se que es pero se que es muy malo que se quedará ahí tantos años, como en Chernobyl, pero en niños japoneses. Seguro que a eso le sacan muchas películas de miedo.

Pero el ser humano también es capaz de apreciar y de concebir conceptos abstractos, y de crear, tenemos el lenguaje y el pensamiento y eso es muy raro. Tenemos formas diferentes, nos clasificamos, adoptamos roles en la sociedad, nos comunicamos. Existe la música, el cine, la moda, la escritura, toda una serie de filias y fobias que compartimos con otros, sin más mediación que el de nuestro propio cerebro y nuestros estímulos.

Somos algo muy curioso, pero el mundo en el que vivimos cada día me sorprende más.