domingo, 27 de enero de 2008

Lost in Translation

Tendría que haber apuntado la frase que lei el otro dia en un café de esos que tienen aqui, con los sofas y las velitas y las sopas y chocolates calientes, mientras miras el ajetreo de la gente en la calle a traves de las ventanas, frase (siempre pierdo el hilo) que venia a decir algo asi como que la casualidad la crea uno mismo.
Yo ahora estoy aqui, porque es lo que quería.
No tengo billete de vuelta.
Ahora vivo en una ciudad llena de posibilidades. Estas semanas de clases, buscando un piso, de salir de fiesta hasta que se ha hecho de dia, de comer en diferentes restaurantes de los de pizza y pescado fresco, y para que hablar del comedor de personal, y he cocinado, caldo de pollo y croquetas en casa (bendita cocina), he visitado algun que otro monumento, y haciendo cosas que hacia mucho tiempo que no hacía, todo lo que implica vivir en una ciudad, tener una casa propia, y la verdad, me han sentado bien. Es una ciudad. Me gustan las ciudades, la gente, los edificios... No encuentro la palabra para definirlo, quizá sea sentirse en el anonimato, quiza no.
Ahora volver implica buen tiempo, sol, playa, amigos, trabajo, el shopping, la leonesa, la avenida de Jandia, la calle que sube y la que baja...
Una vida muy diferente, la vida a la que estaba acostumbrada, porque resulta facil acostumbrarse, porque todos nos encontramos bien cuando estamos alli, y lo echamos de menos si no estamos.
Asi que aquí estoy, sin saber si vengo o si voy, si regresar o quedarme, porque aqui tengo muchas cosas pero me faltan muchas otras, y no se realmente lo que quiero hacer.
No se puede tener todo...

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