Hoy ha tocado sesión intensiva de cine. Hoy el Sky satélite nos ha regalado Eduardo Manostijeras (a trozos, qué ironía), Perfect Picture (cheesy movie que no sé cómo se llama en español, pero es de las de hincharse a papas y chuches en el sofá), y por último La Playa.
Y la he visto otra vez, que será la que hace mil veces, y me encanta, y sobretodo me quedo con el final, si encuentras ese lugar... Y pensaba que existen esos lugares, que existe el paraíso y que se necesitan muy pocas cosas, pero muy definidas, para encontrarlo. No hace falta que sea una playa de arena blanca y aguas cristalinas. No hace falta tener un buen trabajo y una cuenta corriente llena de ceros. Estoy casi segura que no llega con nada material. Sólo una energía positiva, una conexión que a veces es lo más dificil de conseguir. No sé si pensar que ni siquiera es algo interno, aunque nuestra forma de percibir las cosas seguro que influye, y mucho; sino que viene de fuera, y te envuelve, y sabes que estás ahí. Pero como todo lo que empieza, no dura eternamente. Siempre se llega a un punto en el que esa magia se pierde, y ya nada es lo que era. La cuestión es conformarse con ello, o seguir buscando.
Quizá los acontecimientos de los ultimos días y el jazz que suena por la radio no acompañan al optimismo, ni pensar que mañana me toca otro día duro de trabajo, con la conferencia de First Choice socavando los ánimos del personal, pero el viernes nos vamos de fiesta a Londres, y yo, que nunca pierdo la esperanza, creo que esa sensación de estar flotando en una nube tiene que volver en algun momento, ain't it?
Por si acaso, voy a abrir la cajita de los tesoros donde tengo el inventario de esos momentos antes de irme a dormir. Y que sea lo que tenga que ser.
miércoles, 11 de marzo de 2009
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