lunes, 18 de enero de 2010

Otra vez

Y es que no sé porqué, pero otra vez me tocó.
Tres meses y fin. Vuelvo a no saber que va a ser de mí, y cada vez más el sentimiento de aventura se transforma en estrés acumulado.
Y es que llega un punto en el que te sientes cansado de tener que ir arrastrando tu casa como un caracol, que tu mundo pide un poco de tranquilidad, que necesitas saber donde vas a estar.
Pero no hay tiempo. No hay opciones. Tengo que ponerme en movimiento de nuevo.
En fin, ya veremos qué pasa.

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