Que si. Que ahora Madrid se ve de otra forma.
Que empieza el buen tiempo, el calor, el salir a la calle sin abrigo y que siga haciendo bueno.
Y también empieza la nueva vida, la de levantarme a las 5 y media de la mañana para coger el metro y el bus y currar 8 horas, turnos rotativos, fines de semana y festivos.
Y las fiestas hasta que se hace de día, que dan sus frutos. Bueno, a medias.
Estar en el centro de todo y de todos.
Me encanta.
miércoles, 28 de abril de 2010
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