Desde la última vuelta, parece que estoy tan cerca cuando en realidad estoy tan lejos... 400 km no son nada, pero 5 horas de camino, o 6, o 7, se hace muy largo. Y realmente no hay prisa, ¿no? Ya veremos lo que pasa, ya veremos cómo y cuándo nos acordamos de esas noches, de las obras, los sofás, los abrazos y las estrellas.
Estar en un sitio, no es estar donde quieres, o no saber si querrías estar en otro lugar. O no saber realmente si quieres estar de un modo u otro. Solo sé cuando estoy bien, y cuando no lo estoy, cuando me falta algo. Lo podría dejar pasar, y creo que es lo que quiero realmente hacer.
Pero puede ser sólo porque estoy aquí, lejos de todo eso.
No sé.
sábado, 15 de mayo de 2010
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